En Tu Gestor de Salud, queremos tratar un tema actual, del que oímos miles de comentarios distintos por parte de los pacientes: la enfermedad celíaca y el consumo de gluten en deportistas.

Intolerancia al gluten en deportistas

El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales combinada con almidón. Representa un 80% de las proteínas del trigo y está compuesta de gliadina y glutenina.

La enfermedad celiaca es una intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena; caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Se puede clasificar en sintomática y subclínica.

–Sintomática: aparición de diversos síntomas

–Subclínica: no existen síntomas ni signos; pero darán positivas las pruebas que lo diagnostiquen

El tratamiento de la enfermedad celiaca se hace siguiendo una dieta estricta sin gluten, basando la alimentación en legumbres, carnes, pescados, huevo, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten como arroz y maíz.

En la actualidad, muchos deportistas llevan a cabo dietas libres de gluten, con el fin de mejorar la función gastrointestinal y mejorar el rendimiento. Un estudio reciente (Lis DM y col. 2016), habla de cómo muchos atletas que no tienen enfermedad celiaca, creen que evitar el gluten va a provocar un bienestar gastrointestinal y una reducción de la inflamación, a pesar de que todavía existan pocos datos para apoyar esto.

El llevar a cabo una dieta eliminando alimentos sin gluten, sin haberlo manejado durante tiempo y no sustituyendo bien por otros con similares características, puede dar lugar a un riesgo nutricional por la restricción innecesaria de alimentos, alterando el consumo de hidratos de carbono de cadena corta (oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles).

Con esto se confirma que, de momento, no es necesario en deportistas tener una dieta libre de gluten con el fin de mejorar el rendimiento deportivo. Se siguen llevando a cabo estudios que quizás puedan afirmar esto en el futuro, pero de momento no tiene una demostración científica clara.