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En la consulta, nos encontramos con frecuencia, con el problema del consumo excesivo de salsa junto a los alimentos. Siempre hablamos de que lo ideal es comer los alimentos tal y como son, para descubrir el verdadero sabor del producto, además de disminuir el número de calorías extra que aportan.
En Tu Gestor de Salud, nos gusta negociar e ir haciendo cambios poco a poco, por eso hoy os presentamos unas ideas de 7 salsas típicas para ensaladas, carnes y pescados pero con un contenido menor en calorías.

• Falsa mayonesa: Yema de huevo cocido, 40 g de queso fresco batido 0% materia grasa, una puntita de mostaza, sal, unas gotas de limón. Ahora en verano podéis incluirla en vuestra ensaladilla rusa, para una tosta vegetal o formando parte de alguna ensalada.
• Salsa de yogur: yogur natural, una cucharada de vinagre de Módena, una cucharada de orégano, ajo, sal y pimienta. Es muy consumida como aliño de las ensaladas de verduras pero también acompañando a la pasta
• Salsa tártara de yogur: aceitunas, pepinillos, cebolletas, yogur natural, yema de huevo, sal, aceite de oliva, vinagre. Muy común tomarla como aliño de ensalada de patatas, aunque también puede formar parte de ensaladas con hojas frescas
• Salsa carbonara: queso batido 0%, huevo, pimienta negra y sal. Ideal para acompañar pasta
• Salsa de piquillo para carnes: cebolleta, pimiento del piquillo, tomate, aceite de oliva. Es una salsa sencilla de hacer y está riquísima cuando acompaña a la carne
• Salsa de aguacate: aguacate, limón, cebolla, tomate, sal y cilantro. Esta salsa puede tomarse sola con unos picos de pan, como un picoteo para un dia especial. También combina muy bien con ensaladas de hojas frescas.
• Salsa de espinacas para pescado: Espinacas, Ajo, Queso 0%, Leche, sal, pimienta y nuez moscada. Ideal como acompañamiento de cualquier pescado blanco

Esperamos haberos ayudado; si sois fanáticos de las salsas o tenéis alguna comida especial os animamos a probar alguna de las anteriores. Y nunca olvidéis que la salsa es el acompañamiento del plato principal por lo que su exceso solo provoca que no se disfrute del verdadero sabor de la materia prima.